El ecosistema GameFi atraviesa una transformación: los modelos clicker se debilitan ante experiencias lúdicas más profundas, mientras emergen emisores de tokens sostenibles y juegos híbridos. Aquí el análisis completo.

El mundo de los juegos blockchain y el modelo Play-to-Earn (P2E) atraviesa un momento de crisis y reinvención simultánea. En los últimos meses, se ha hecho muy evidente que los enfoques tradicionales —centrados en recompensas monetarias instantáneas y estrategias de captación rápida de usuarios— han comenzado a desmoronarse ante problemas de sostenibilidad y deserción masiva. Un estudio de CoinGecko revela que más del 75 % de los juegos Web3 lanzados entre 2018 y 2023 han “fracasado”, definidos como aquellos que registraron una caída del 99 % en usuarios activos en un corto periodo. (Cointelegraph) Esta realidad obliga a repensar el rumbo del sector.
Una de las respuestas más visibles a esa crisis ha sido la transición hacia modelos más accesibles: nace la era del Tap-to-Earn. Juegos ligeros con mecánicas de tocar la pantalla, generalmente integrados en redes sociales como Telegram, han alcanzado cifras de adopción masivas. Por ejemplo, juegos como Hamster Kombat ya han reportado decenas de millones de usuarios, muchas de esas personas ni siquiera conocían que estaban interactuando con una plataforma Web3. (coindesk.com) Este enfoque banda ancha (mínima fricción, recompensa simple) está siendo visto como una puerta de entrada para nuevos usuarios al universo cripto, y algunos lo interpretan como un “cumplimiento del sueño de Satoshi”, al hacer que la gente interactúe con blockchain sin percibirlo como algo técnico. (Coindeks.com)coindesk.com)
Complementándose con esa tendencia, algunos juegos más ambiciosos buscan fusionar calidad, historia e inmersión con tokenómica inteligente. Por ejemplo, el lanzamiento reciente de FLOKI Valhalla, un MMO táctico con recompensas tokenizadas, muestra cuánto está dispuesto a apostar el ecosistema por experiencias más robustas y duraderas. (CoinDeskcoindesk.com) También se ve cómo ciertos estudios adoptan la integración blockchain “en silencio”, sin hablar de Web3, para evitar la resistencia del público tradicional, pero manteniendo la propiedad real de activos como skins o ítems tokenizados. (Cointelegraph.com)Cointelegraph)
No obstante, esa evolución no está exenta de críticas y riesgos latentes. Un ejecutivo de Gunzilla Games comparó el mercado de juegos blockchain con un “juego de sillas musicales”: acusa que no está ingresando capital nuevo, sino que el existente se rota entre proyectos, lo que genera un ciclo especulativo insostenible. (CointelegraphCointelegraph) Otros señalan que muchos usuarios migran de un juego a otro solo para capturar airdrops, sin depositar lealtad real en ninguna plataforma. En efecto, cuando las recompensas iniciales se desvanecen, muchos juegos pierden su base.
Entonces, ¿qué debe hacer el ecosistema GameFi para sobrevivir y prosperar? En primer lugar, priorizar la experiencia de juego: mecánicas interesantes, narrativa, retos que enganchen al jugador más allá de la recompensa instantánea. En segundo lugar, diseñar tokenómicas que regulen la inflación, incentiven la tenencia y alimenten economías en ciclo sostenible. En tercer lugar, favorecer la interoperabilidad entre cadenas y juegos, de modo que los activos digitales puedan moverse y tener utilidad real en distintos entornos. Y finalmente, cultivar comunidades y gobernanza descentralizada, para que los jugadores se sientan dueños y participantes activos, no solo consumidores de recompensas.

El impacto de estas transformaciones puede ser profundo. Si GameFi logra reinventarse y deshacerse de la etiqueta de “esquema rápido”, podría acercarse a la industria de videojuegos tradicional, captando a jugadores que hoy rehúyen cualquier cosa que huela a cripto. A su vez, podría convertirse en un puente fuerte entre el entretenimiento digital y el mundo financiero descentralizado, atrayendo inversores más cautelosos y legitimando el uso de tokens y NFTs dentro de experiencias recreativas reales. Pero el camino es estrecho: quienes apuesten solo por recompensas fáciles pueden desaparecer con la próxima corrección del mercado.